Mariposas en la panza, pensar todo el tiempo en la persona “amada”, falta de concentración en las tareas habituales y un estado anímico surcado por alegría y excitación son algunas de las manifestaciones del enamoramiento. Cambios químicos ocurridos en el hipotálamo mediante la segregación de dopamina producen un estado de euforia y júbilo constante. El pensamiento se obnubila para dar lugar al predominio de las sensaciones –La magia y el erotismo se hacen presentes, instalándose durante un tiempo que variará según de quien se trate ya que este estado es efímero.
En este período ambos integrantes de la pareja sienten que han encontrado al amor de su vida, príncipes y princesas danzan encantados su propia música.
Programar un futuro compartido en este momento de la pareja, no es lo más aconsejable ya que la ceguera del enamoramiento impide conocer “ realmente “ al otro. En este estado de simbiosis se magnifican las cualidades debido a una fuerte idealización y admiración recíproca. Se ha asimilado el cerebro bajo el estado de enamoramiento con el que se halla bajo los efectos de la cocaína.
Transcurrido este período de exaltación, si el vínculo persiste tendrá lugar otra etapa del noviazgo propiamente dicho, donde lo saludable será el predominio de la felicidad sobre el malestar y donde mantener los ojos bien abiertos nos posibilitará observar el funcionamiento de la relación ya que la fusión del primer período se debe ir superando para dar lugar a la diferenciación “tú y yo “,base sobre la cual la pareja irá autoafirmándose.
La elección de pareja basada en el amor no ha de ser incompatible con la reflexión. En esta decisión está implícito un proyecto de eternidad compartida que, aunque no se logre el estar juntos hasta que la muerte los separe, ambos emprenderán un difícil y apasionante camino. Si bien vale la pena largarse a transitarlo, presentará una complejidad que requerirá amor y sabiduría o sea corazón y cabeza.
Sabemos que no hay ser humano perfecto pero hay imperfecciones incurables que generan sufrimientos que suelen convertirse en un estilo de vida.
Uno de los errores más frecuentes es creer que podemos cambiar al otro. Esta idea no sólo implica un sentimiento de omnipotencia sino que, como la otra persona no cambiará a menos que asi lo desee, el no cambio provocará un estado de frustración que inevitablemente irá lesionando el vínculo.
Existe una variada gama de problemáticas que afectan el funcionamiento de la pareja. Una de ellas son las adicciones (alcohol, drogas,juegos de azahar) en las que tanto el adicto como el familiar, suelen creer en la magia del cambio sin ayuda. La promesa y el juramento del “Nunca más” se instala en un círculo vicioso que, paulatinamente irá generando disfunciones no sólo en la pareja sino en todo el grupo familiar.
Son dignas de mención, las llamadas personalidades psicopáticas, en sus distintos grados de severidad. Se trata de sujetos muy seductores,envolventes y,en su manipulación,como modalidad vincular, se apoderan del pensamiento del otro de una manera casi imperceptible. En el otro extremo de la dupla, por supuesto que encontraremos a alguien inseguro,con escasa autoconfianza y con tendencia a dudar fácilmente de su propia percepción.
En las problemáticas mencionadas siempre están presentes los episodios de violencia en sus distintos tipos: física o verbal o a través de maniobras comunicacionales con agresión encubierta como la descalificación y la indiferencia.
También encontramos al inmaduro crónico, por elección ( porque jamás irá a un psicoterapeuta ) que dice tener mala suerte con los trabajos que emprende y buscará apoyarse en alguien que necesita rescatar y salvar a los “ desdichados “ para sentirse fuerte e importante hasta agotar sus fuerzas físicas y psíquicas.
Las enfermedades físicas crónicas e incurables también son dignas de mencionar en la constitución de vínculos complementarios en donde la persona sana cree que con su actitud de sostén y apoyo incondicional, “curará” o salvará al otro descuidándose a sí misma En estos casos, suele ocurrir que la implementación de mecanismos de negación impide ver un futuro sombrío en tanto que, su contrapartida o sea la conciencia de realidad, permitirá el hacerse cargo de tal o cual elección y sus consecuencias.
Ser conscientes y saber a quien estamos eligiendo como compañeros de ruta y con quien construiremos una flia es tan importante como lo que sentimos. Ese conocer profundamente al otro será el pilar de nuestra libertad de elección.
Sabemos que cuando una relación de pareja llega a su fin, siempre hay dolor (muchas veces mezclado con alivio ) pero, la complejidad que presenta una separación cuando hay hijos, es digna de tenerse muy en cuenta. Es un período difícil por el que se debe transitar hasta que el tiempo, ayudado por el diálogo, la contención y en muchos casos la ayuda terapéutica, cierra las heridas.
Todo ser humano tiene derecho a equivocarse, a divorciarse y a volver intentar construir otra pareja con quien compartir los hijos tanto de la pareja actual como de la anterior. En este recorrido, nadie dice que es imposible “ser felices y comer perdices “ pero tal empresa no se construye sola, requiere de varios ingredientes,madurez, tolerancia, cariño, claridad en las decisiones o sea Saber qué se está haciendo y Con quién.
En síntesis, la elección de pareja tiene una carga de gran responsabilidad de la cual dependerá, en gran medida, no solo el destino de una persona sino de toda una familia.