Navidad y Fin de año: Encuentros , Reencuentros y Desencuentros .
Las navidades en familia. Fiestas Navideñas y vínculos familiares.
Luces , colores y sonidos , típicos de estos días , imprimen en la ciudad su sello navideño. Sean cuales fueren nuestras creencias religiosas , el espíritu de estas fiestas es el amor y el amor es universal.
En esta época , en la que la ciencia y la tecnología tienen primacía y se pone énfasis en lo tangible y lo textual , algunas personas tienden a alejarse de los sueños y las fantasías . La Navidad da mayor fuerza a estos aspectos de nuestra naturaleza y ,pareciera , que aquella vieja esperanza reinante en Belén , acerca del cambio favorable que produciría la llegada del Niño Dios , permaneció en un inconciente colectivo , renovándose año tras año y poniéndose de manifiesto mediante la realización de distintas ceremonias.
Las resonancias emocionales que se generan son variadas y , por lo tanto , las conductas a desplegar oscilarán desde la calma espera de la llegada de las doce, en una actitud de sobrecogimiento e introversión , hasta el desborde y descontrol de impulsos mediante acciones donde “ lo excesivo” es la actitud predominante.
Una amplia diversidad de configuraciones vinculares se pondrán de manifiesto en relación a las reuniones y festejos. Las tres generaciones : abuelos, padres y nietos, suelen estar presentes en un interjuego de profundos lazos afectivos compartiendo una historia y un código propio.
El habitual proyecto de compartir una fiesta con “ los tuyos “ y la otra con “los míos “ , en algunos casos suele activar viejos rencores (recordar que la palabra rencor deriva de “rancio”, por lo tanto ,cuidar nuestro cuerpo y nuestras emociones será una buena actitud a tener en cuenta, más que en cualquier otro momento del año) .
Otras implicancias suelen presentar las familias ensambladas , donde se ha conformado un segundo o tercer vínculo de pareja , debiendo interaccionar hijos biológicos y no biológicos con viejas y nuevas familias extensas.
Sea el tipo de familia que fuere , una actitud basada en la flexibilidad y la capacidad de colocarse en el lugar del otro , suele evitar momentos difíciles y situaciones ríspidas y , si en la reunión estará presente alguien que no es de nuestro agrado , recordar que sólo son horas a compartir nos aliviará algún malestar .Poder establecer una diferencia entre hipocresía , sumisión y capacidad adaptativa será un buen recurso a considerar .
La complejidad esperable de esta interacción entre personas que , a la vez , transitan por distintos momentos de sus ciclos vitales , si está sustentada por dos pilares básicos : el respeto y la libertad , posibilitará un brindis pacífico y armónico , brindis que suele opacarse unos instantes ante el surgimiento de sentimientos melancólicos relacionados con alguna pérdida .
Hay personas que no tienen familiares y no desean o no pueden reunirse con amigos. Si por alguna de estas razones el proyecto es pasarlo sólo , será saludable no victimizarse ni dramatizar la situación . En esos casos , será importante monitorearnos y ver de qué manera nos sentimos mejor , si compartiendo con gente con la que no tenemos la menor afinidad ( que suele incrementar el sentimiento de soledad ) o , sencillamente , quedarnos tranquilos en casa en compañía de nosotros mismos en una actitud meditativa y de introspección ,si así lo deseamos , o directamente , pasarlo como un día más.
Lo descriptible de la variada gama de interrelaciones de estos días , es interminable , como debería serlo el compartir , verbo tan mencionado para estas fechas que , en tanto se lo utilice en infinitivo se vaciará del sentido que sólo adquiere al conjugarlo en sus distintos tiempos y personas .
Sabemos que un malestar de cualquier índole , disminuye su intensidad ante la escucha sincera de un interlocutor , el abrazo de un amigo o la sana continencia familiar .
El Espíritu Navideño cuando es profundo y genuino , debería perdurar en el tiempo . Las palabras de afecto y los votos de esperanza que nutren y realzan la vida , no deberían ser sólo un rito estacional , sino convertirse en un estilo de vida con el desafío que significa VIVIR : involucrarse , crecer , aprender , amar.