Se ha hablado mucho de IGUALDAD en este tiempo sin lograr plasmar un concepto que pueda consolidarla. La igualdad no es otra cosa que la ACEPTACIÓN de la diversidad. No somos todos iguales, porque somos maravillosamente diferentes, diversos, únicos. Tenemos que empezar a construir la diversidad en torno a un nuevo modo de SENTIR, más inclusivo y humano, Para que “la Discapacidad sea la norma y no la excepción” tenemos que transformar nuestro modo de ver el mundo, asumiendo primero lo distinto en nosotros. La Discapacidad no hace a las personas excepcionales ni fuentes de inspiración, pero cuestionarnos acerca de lo que pensamos y hacemos al respecto SÍ.
“No busques el camino tan lejos, el camino está siempre a tus pies”. (Tung Chang). La inspiración está en nosotros. Tenemos que animarnos a descubrirla para detectar lo diferente en mí. Éste es el primer paso en la aceptación de nuestras propias limitaciones y el reconocimiento de lo que nos acerca al otro como PERSONA, con expectativas más altas acerca de lo que puede lograr. No pongamos el acento en lo igual ni en lo distinto, porque de una manera u otra reforzamos las diferencias. “Los seres humanos no somos seres racionales. Somos seres EMOCIONALES que usamos la razón para justificar u ocultar las emociones en las que se manifiestan nuestras acciones” (Humberto Maturana). Somos lo que hacemos para cambiar lo que somos, y desde ese CAMBIO interior, transformamos nuestro mundo exterior, pero no sólo con una buena actitud, sino con acciones que nos permitan naturalizar lo natural.