Ps. Patricia Gascard
¿Qué son los límites?
Para nuestros hijos son como las vacunas: no les gustan pero son necesarias para un crecimiento saludable. Los protegen de otro tipo de enfermedades.
Cuando los alimentamos o les compramos ropa estamos cubriendo sus necesidades básicas para la subsistencia. Los límites y la estimulación son los pilares de su constitución psíquica, afectiva y social. Colabora para nuevas elecciones y les da la posibilidad de explorar en un marco protegido, de seguridad y confianza.
Su carencia puede producir:
Son adquisiciones para toda la vida y nos preparan para ser responsables e independientes.
Características de los límites:
¿Qué cosas no se constituyen en límites?
Hay formas en que corregimos a nuestros hijos pensando que les ponemos límites. Muchas veces sólo estamos descargando nuestra bronca por la desobediencia del niño.
Las luchas de poder y la revancha son expresiones de nuestra ira. Por su intermedio, se manifiestan nuestros aspectos más infantiles. Es importante que podamos observarnos y
Es fundamental, aunque estemos enojados, detenernos unos minutos a pensar ¿que les vamos a decir? ¿Cómo podemos encontrar una relación entre lo que hicieron y la sanción, transformándola en consecuencia? Puede parecer tonto, pero en esa diferencia sutil está incluida la reflexión que permiten entender un orden social para el chico. Comprender que todo lo que hago tiene una consecuencia, permite elegir entre ser responsable y disfrutar o no serlo y recibir una prohibición. Educamos también la libertad. No es lo mismo decir:-No vas a ver televisión mañana si no hacés la tarea (castigo) qué:- Cómo ayer no hiciste la tarea, no merecés tiempo de descanso. Por eso no podés ver TV.
Advertencias…
Que los papás decidamos ponernos más firmes no implica que los hijos estén dispuestos a aceptarlo. Llevará un tiempo acostumbrarlos a otra forma de relación. Es probable que nos encontremos con:
Todo esto es esperable en los chicos. Esto no significa que los niños sean malos. Significa que aprendieron este modo de vínculo, a pedir de esta manera y ahora les resulta difícil modificarlo, exactamente igual que a nosotros.
Habrá que contenerlos con paciencia, acompañarlos, en este proceso ya que es positivo para su afirmación que se opongan, cuestionen, pregunten pero entenderlos no implica cambiar lo que pautamos. Todo lo contrario, la firmeza que les mostremos les da claridad y seguridad.
Como en todo proceso, los resultados demoran un tiempo pero poco a poco se irán encontrando en un diálogo distinto y profundo aún con los más pequeños. Podemos apostar a las posibilidades de comunicarnos de una manera más tranquila, respetuosa que nos permita disfrutar del vínculo con nuestros hijos aunque el inicio sea arduo.
Bibliografía recomendada
• Zagury Tania “Límites sin trauma” Ediciones del Nuevo Extremo 2004
• Shapira Lawrence “La inteligencia emocional de los niños”, Ed. Vergara 1997
• Gutman Laura “Crianza: violencias invisibles y adicciones”, Ed. Del Nuevo Extremo 2006