Cómo afrontamos las situaciones de cambio a lo largo de nuestra vida ?
Es común escuchar que ” lo nuevo ” nos genera temor . Es por eso que , algunas personas prefieren permanecer en situaciones generadoras de malestar antes de afrontar algo diferente y desconocido hasta el mometo , trátese de trabajo , vivienda , pareja , etc.
Todos conocemos el dicho “más vale mal conocido que bueno por conocer “, y esto suele aplicarse a las distintas áreas de nuestras vidas. El ser humano tiende a aferrarse a lo familiar y conocido relacionándolo con el respaldo y la contención , pero no siempre se cuestiona si esos lugares o vínculos son los más saludables y apropiados para sostener su integridad psicofísica , resistiéndose a cambiar un estado de seudo comodidad por un estado de bienestar.
Con respecto a la familia , es importante posicionarnos con la flexibilidad necesaria para ir transitando las distintas etapas del ciclo vital , lo cual significa aceptar el paso de los años con todo lo que ello implica, tanto sea para los padres como para los hijos . Si esta adaptación no se logra en forma adecuada , se produce un desajuste en todo el sistema familiar en el que los más afectados serán los hijos , ya que si éstos son tratados con pautas , reglas y hábitos correspondientes a etapas anteriores ,el desarrollo psico-afectivo se verá afectado e inmovilizado para acceder a la etapa siguiente , pudiendo generarse así , desde conductas de inmadurez a cuadros de patología severa. En las familias caracterizadas por la rigidez , el temor y la ausencia de una comunicación fluída ; podemos observar que el cambio y las elecciones se vivencian como un peligro , es por esa razón que su única elección es el ” no cambio ” . Aquí está presente el temor al crecimiento de los hijos a quienes paulatinamente debemos soltarles la mano para que comiencen a hacer sus experiencias con los errores , tropiezos y riesgos que esto conlleva.
En otros aspectos de la vida , asumir cambios que requieran una toma de decisión , implica un análisis exhaustivo y minucioso de la situación , por sobre todo debemos cuidarnos de no obrar guiados por impulsos sino que es necesario utilizar la reflexión y el análisis de costos y beneficios que el cambio implica , observando qué es lo que prevalece y tomándonos el tiempo necesario. Recordar que cuando no se sabe qué hacer no hay que hacer nada hasta no tener la claridad necesaria que amerita la decisión que , en muchos casos requiere de la intervención de un profesional lúcido y confiable con quien compartir el análisis de la misma.
El cambio es inherente no solo a la condición humana sino a todos los seres vivos
Es muy interesante observar la vida de los árboles con su maravillosa transformación para dar lugar al nacimiento de sus flores y frutos , los cuales caerán en el m omento justo de su maduración , ni antes ni después . Nuestro tránsito por la vida está plagado de cambios necesarios , el cuerpo se va deteriorando con el transcurso del tiempo , pero la naturaleza es tan sabia que tal deterioro físico va acompañado por una riqueza espiritual y una sabiduría que sólo se logra con el paso de los años , siempre y cuando cada crisis , cada frustración y cada padecimiento se lo vivencie como una oportunidad de aprendizaje.
Nuestros vínculos también se van afectando por los cambios que se van generando en nuestro interior , producto de la experiencia vivida . Con el tiempo aprendemos a expresar lo que antes silenciábamos por temor a la opinión del otro y a silenciar lo que otrora gritábamos una y otra vez reclamando inútilmente un cambio que el otro no desea realizar.
Así como la incertidumbre es la única certeza en nuestras vidas , el cambio es lo único que permanece constante-
Heráclito consideró que ” Nadie puede bañarse dos veces en el mismos río , pues la segunda vez que nos bañamos el agua ya no es la misma ” y, el ser humano fluye constantemente como las aguas de un río .
Cambio y aceptación deberían ir de la mano . Si nos resistimos a incorporar la modificaciones que se van presentando a lo largo de nuestra existencia , en algún momento , inevitablemente la tristeza y la frustración se harán presentes obnubilando o cegando las posibilidades de disfrutar de todo lo que la vida a diario nos regala.
Las estaciones del año son un maravilloso ejemplo del cambio al que debemos adaptarnos , y cuanto mejor hayamos transitado las primaveras de la vida más equipados de experiencias y recursos llegaremos al inevitable otoño .
Así como la naturaleza transita con sabia aceptación sus cambios de luz y oscuridad que se suceden día tras día , en donde tanto el sol como las estrellas poseen su propia belleza de la misma manera , los seres humanos debemos aceptar los cambios que ocurren en nuestra naturaleza tanto interna como externa ,con sus luces y sombras , con sus soles y estrellas .