La IMITACIÓN es un proceso constitutivo fundamental en todo ser humano. Es la piedra angular de la comunicación porque genera sintonía desde la acción. En el ámbito del espectro autista también es posible. Es un camino que hay que construir, respetando los tiempos y la forma de percibir el mundo de cada niño. Es una aventura, un viaje en el que cada uno podrá conocer, explorar, jugar y abrir puertas hacia la creatividad. Ya no estamos hablando entonces de la imitación como carencia o déficit, sino como aquello que se puede adquirir a través de un aprendizaje.
La IMITACIÓN podrá ser a partir de ahora una herramienta a desarrollar para mejorar la interacción social y lograr que los niños autistas puedan conectarse con lo que pasa a su alrededor. Lo diferente también puede ser natural si empezamos a cambiar los ojos con los que miramos…