“Año nuevo, vida nueva” dice el dicho popular, pero para que esos cambios sean posibles debemos tener ideas claras y armar un proyecto viable. Los proyectos comienzan con ideas que se organizan en objetivos y se vehiculizan en acciones que derivan en hechos que implican que asumimos
compromiso y protagonismo en nuestra propia vida.
Nosotros no “tenemos” una vida, sino que la “construimos” y por ese motivo nuestra vida va a tener que ver con las decisiones yelecciones que consciente o inconscientemente tomemos.
Hace poco asistí a un seminario “Los 4 proyectos de Ernesto Liendo” dictado porla Psicóloga SilviaVecchio y el psicólogo Lucas Machado y leí un libro titulado”7 pasos para alcanzar sus objetivos con éxito” de Camilo Cruz. Con todo lo aprendido tuve más claro como pensar la vida desde esta perspectiva, y me gustaría compartirlo.
Lo primero que debemos generar es un plan de acción, es decir una planificación de que es lo que deseamos y como lograrlo. Para tal fin debemos encontrar respuestas a las siguientes preguntas:
1_¿Hacia dónde queremos ir?
Debemos tener clara una visión de nuestra vida, como la imaginamos en el futuro.
Esto implica identificar nuestros sueños, cual es el deseo que nos motoriza para vivir y que implica adquirir un sentido, un por qué y
para que vivir.
2_¿Por qué queremos llegar allí?
Definir nuestra filosofía de vida, nuestros paradigmas de pensamientos. Nuestros pensamientos se convierten en creencias y
construyen realidad.
Esos pensamientos van a estar ligados a nuestros valores y principios que generan la razón de nuestras acciones.
La psicoterapia permite hacer un análisis de estas creencias, principios y valores que si están determinados por los aspectos conflictivos
e inconscientes de nuestra personalidad generan muchas veces el fracaso de nuestros proyectos. Por el contrario cuando está resuelto
el éxito, entendido como la realización progresiva de sueños, es posible.
3_¿ Cuándo esperas lograr tus metas?
La variable tiempo es importante ponerla en juego para organizarnos bien.
Es indispensable definir los objetivos en corto, mediano y largo plazo. Diferenciar lo urgente y lo importante. Ser flexibles y realistas.
Y tener en cuenta que en todo nuevo proyecto siempre habrá hábitos y habilidades a adquirir y obstáculos a los cuales deberemos
sobreponernos.
4_ ¿ Con que contamos y que necesitamos aprender?
Detectar nuestros déficits, es decir lo que nos falta:
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Aumentar la educación especializada.
Mejoramiento profesional: mayor información nos da mayor poder resolutivo.
Desarrollarnos personalmente: leer mas diariamente, estar informados de la realidad , hacer cosas que disfrutemos,
relacionarnos con gente que nos sumen cosas positivas ,tener buenos referentes y modelos a seguir.
Analizar con qué recursos contamos: nuestras vivencias, experiencias previas, hábitos, habilidades, conocimientos, contexto social,
cultural, económico, etc constituyen nuestros recursos, debemos diferenciar lo positivo de lo negativo para potencializar nuestro
beneficio lo bueno y superar o descartar lo que nos obstaculiza.
5_ ¿A quién acudir en busca de ayuda?
Profesionales.
Referentes de quienes aprender y a quienes consultar.
Grupo de apoyo: pares nuestros con quienes compartir experiencias e inquietudes y co-visionarlo que hacemos.
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6_¿ Cómo organizar el plan de acción?
Definir objetivos generales (ej ser feliz) y específicos (ej. Conseguir pareja, viajar, mejorar profesionalmente, etc) y dentro de cada
objetivo plantear tiempos estimativos, corto, mediano y largo plazo.
Generar actividades en las diferentes áreas (familiar, laboral, social, recreativa, salud) para concretar lo propuesto.
7_ Llevar a la práctica:
La acción es la mejor cura contra el miedo. Todo cambio genera miedos…por lo tanto debemos luchar contra: la postergación,
culpabilizar al afuera en vez de responsabilizarnos, el conformismo, la indecisión.
Debemos tener la firme convicción de desarrollar al máximo nuestro potencial.
Diferenciando lo que podemos controlar y modificar de lo que debemos aceptar y adaptarnos. Para construir una vida desde una
perspectiva pro-activa que implica actuar de acuerdo a prioridades que hemos establecido previamente poniendo el esfuerzo necesario
para los logros y generar de este modo una sensación de bienestar.