El proceso de aprendizaje estandarizado tiende a generar algunas dificultades, ya que existen diferentes estilos de aprendizaje, en el que predomina un sentido en específico, lo que influirá en la forma de aprender de cada individuo: visual, auditivo, kinestésico, entre otros, por lo que no todos evolucionan al mismo ritmo ni de la misma manera. Esto toma particular importancia en aquellos niños que presentan algún tipo de dificultad en el aprendizaje.
“La psicopedagogía es un campo interdisciplinar complejo y múltiple. Psicopedagogía como profesión ha sido y es como espacio profesional y praxis, un lugar de encuentros y de intercambios, básicamente interdisciplinaria desde su misma denominación. Interdisciplina que configura una práctica diaria donde se encuentran personas aprendiendo en diversos momentos de la vida, en la escuela, en el trabajo, en sus familias, a través de los medios de comunicación, en el tiempo libre….”
(Marina Müller 2008)
Una de las tareas del psicopedagogo es realizar un buen diagnóstico que considere diversas áreas con la finalidad de descubrir las causas de las dificultades de aprendizaje de los sujetos. Este diagnóstico se realiza aplicando pruebas las cuales tienen como objetivo recoger información sobre sus fortalezas, debilidades o habilidades a potenciar en distintos ámbitos.
El diagnóstico psicopedagógico adquiere gran importancia al ser una guía para, a partir de sus resultados, planificar el tratamiento de las dificultades, apoyándose en las fortalezas, ya que la psicopedagogía se ocupa de potenciar, estimular y/o desarrollar las habilidades involucradas en el proceso aprendizaje y que se encuentren más descendidas en cada persona evaluada.
La metodología de trabajo consiste en entrevistas con el niño, la familia y el niño junto a su familia.
Según Sara Paín: “La única forma de ser y sentirse sujeto es recibir de los demás un reconocimiento, un valor, un espacio para diferenciarse y expresar su propia verdad”